Estaba claro que, antes o después, la debacle electoral del Partido Socialista en Madrid iba a pasar factura. Lo que no era tan imaginable es que fuera a ser tan rápida… y drástica.
Apenas dos días después de que el PSM obtuviera el peor resultado de su historia en unos comicios en esta región, José Manuel Franco se vio abocado a dimitir como secretario general de los socialistas madrileños. Una decisión que no entraba en sus planes solo unas horas antes…
El segundo nombre en la cuerda floja era el cabeza de lista para este 4M, Ángel Gabilondo, que finalmente no recogerá su acta de diputado. Una noticia que saltaba en una situación muy delicada para el ex-rector, que justo en el momento del anuncio de su «adiós» se encontraba ingresado en el hospital Ramón y Cajal de la capital por una arritmia cardíaca de la que ya se recupera.
El encargado de dar a conocer el relevo fue el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien añadió que el primero que sabía «lo que tenía que hacer» tras los comicios era el propio Gabilondo. Sin embargo, fuentes del ya ex-candidato insistían hasta hace poco en que recogería su acta de diputado, pese a que algunas voces de la dirección socialista ya dieron por segura su salida en la jornada postelectoral.
El «efecto Ayuso» en el socialismo: Adiós de Leguina y Redondo Terreros
No han sido, sin embargo, las únicas bajas a la vista en el entorno de Ferraz. La Ejecutiva Federal del PSOE ha decidido abrir un expediente de expulsión contra el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina y el exsecretario general del partido en Euskadi Nicolás Redondo Terreros por su apoyo en la campaña de las elecciones madrileñas a Isabel Díaz Ayuso.
El pasado 22 de abril, la candidata del PP y presidenta madrileña, en un acto dentro de su agenda institucional, visitó la Fundación Alma Tecnológica, de la que Redondo es presidente y Leguina patrono, se fotografió junto a ellos y les puso como ejemplo por «estar siempre al servicio de los demás».
Joaquín Leguina fue el primer presidente de la Comunidad de Madrid, cargo que ocupó entre 1983 y 1995. Tanto él como Redondo, dos históricos del partido, vienen realizando manifestaciones críticas con el PSOE que dirige Pedro Sánchez, y el acto en el que estuvieron junto a Díaz Ayuso ha sido la gota que ha colmado el vaso, que puede desembocar en su expulsión.
En este sentido, Leguina ha afirmado sobre este expediente que «si me echa del partido Sánchez, volveré al partido cuando se vaya Sánchez». En declaraciones al programa «La noche de Dieter» de esRadio, Leguina ha negado haber pedido el voto para Ayuso y ha asegurado que la culpa de la «derrota histórica» sufrida por el PSOE en las elecciones madrileñas ha sido de Sánchez y de «sus amiguetes de Moncloa».
Para Leguina, lo que están haciendo desde la ejecutiva socialista es «echar la culpa a quien no la tiene. Gabilondo no tiene ninguna culpa, y Franco tampoco».
Leguina ha encontrado apoyos en el líder del PP, Pablo Casado, quien, tras conocer la decisión, ha lamentado que hayan sido «purgados por el sanchismo». En su cuenta de Twitter ha añadido: «Dos socialdemócratas patriotas que siempre serán bienvenidos en este espacio de concordia. De esto va la libertad».
Y, ahora sí, la catarsis
Ya lo avisábamos el día posterior a las elecciones. Los barones del PSM exigían a una catarsis del partido en Madrid y ya ha empezado. Lo que no sabemos es el alcance que tendrá y quienes lo protagonizarán.
Por el momento, el PSM estará dirigido temporalmente por una gestora nombrada por Ferraz (que tendrá como presidenta a la diputada en el Congreso y presidenta de la Comisión de Política Territorial y Función Pública, Isaura Leal Fernández), que se mantendrá hasta la celebración del Congreso Regional antes de fin de año. Un escenario que ya había sucedido en otras dos ocasiones: en 2007 tras la dimisión de Rafael Simancas y en 2015 tras la de Tomás Gómez.
Pero lo primero es el futuro más inmediato: ¿Quién ejercerá de portavoz del grupo parlamentario socialista cuando se constituya la Asamblea de Madrid el 8 de junio tras la renuncia de Gabilondo? Aunque la incógnita no está resuelta, todo hace indicar que ese cargo lo ocupará la número dos en la lista el 4M, la exsecretaria de Estado de Migraciones Hana Jalloul.
Pero, poniendo la vista en ese Congreso Regional de octubre, ya no está tan claro que sea Jalloul quien sea la elegida para liderar el nuevo proyecto del PSM y, por tanto, para «asaltar» la Puerta del Sol en 2023.
Y es que, a pesar de llegar vía Ferraz, no era ni mucho menos la opción que tenía Pedro Sánchez en mente, incluso para estas elecciones del 4 de mayo. Su objetivo, y el que quizá vuelva a intentar, es que sea Margarita Robles quien encabece el enésimo intento de «echar» al PP del Gobierno de la Comunidad.
Todo hace indicar, en todo caso, que no será un candidato «puro» del PSM el que tome el relevo de Gabilondo, y que será de nuevo el máximo organismo del partido quien decida qué nombre postula. En caso de sorpresa y que se optara por alguien de los socialistas madrileños, Francisco Javier Ayala Ortega, alcalde de Fuenlabrada (uno de los principales bastiones del PSOE en la región, o Sara Hernández Barroso, regidora de Getafe y que ya formó como vocal de la comisión gestora en el proceso de transición del Partido Socialista de Madrid tras la destitución de Tomás Gómez como secretario general en febrero de 2015, podrían dar el perfil.
La decisión, en todo caso, no tiene pinta de estar tomada. Y muy probablemente seguirán depurándose responsabilidades. Pero ya no hay marcha atrás y el PSOE madrileño va a cambiar radicalmente de cara a 2023.
